Cada cierto tiempo, el cielo pone a prueba la Vega Baja. Una comarca, al sur de la provincia de Alicante, que presume de tener más de 300 días de sol al año, sufrió uno de los episodios más severos de gota fría de su historia.

425 litros por metro cuadrado en 48 horas hicieron saltar todas las alarmas. Pero lo peor estaba por llegar: la rotura de varias motas del Río Segura arrasó con todo a su camino y anegó diferentes localidades, dejándolas en muchos casos aisladas.

1.400 efectivos de la Guardia Civil; 1.200 de seguridad ciudadana; 800 de la UME; 350 del ejército de tierra y aire; 300 bomberos y otros tantos miles de voluntarios, se emplearon a fondo durante esos días.

Verdaderos héroes sin capa, como los 120 profesionales de Hidraqua, entre ingenieros, técnicos y operarios, que trabajaron día y noche para devolver el agua corriente a hogares de Almoradí, Benferri o Bigastro, después de una angustiosa semana. Un escenario que no estaba recogido en ningún manual de crisis, pero al que supieron hacer frente.