Cuando Áxel compró aquella GoPro, ‘la cámara de acción’, nunca imaginaría que la experiencia que vende la marca iba a ser tan certera. Aunque fotógrafo por vocación y fotoperiodista de profesión, seguramente aquella minicámara iría destinada a otros usos más ociosos, como el senderismo o el pádelsurf de La Marina, pedanía ilicitana donde reside.
Fue al desbordar el Río Segura e inundar la comarca de la Vega Baja alicantina, cuando Áxel pensaría que era el momento de tirar de ésta, de su dron y del 4×4 de su padre, para contar lo que estaba pasando. De entre todas las historias que se sucedieron aquellos días, estaba la de Vicente, ‘El Sáez’, abuelo de su amiga Lorena. Fue ella la que le contó cómo en apenas unas horas lo perdió todo (menos su burra, Pepina, a la que logró poner a salvo).
Las imágenes de Áxel, acompañando a Vicente a su masía, con el agua hasta la cintura, se hicieron virales y nos inspiraron para contar, para Hidraqua, aquella tragedia ambiental desde otro prisma menos periodístico y más humano.
